Adónde voy

Aquel que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos.
Friederich Nietzsche

Me interesa más el trayecto que el destino, la verdad, mi próxima meta es hoy, ahora mismo. Porque este instante me permite sentir, escuchar y vivir todo lo que, a futuro, solo es una probabilidad discutible. Una hipótesis con muchas variables.

Uno puede imaginarse dentro de 30 años, pero mirar hacia horizontes lejanos puede desenfocarnos el amanecer más intenso.

Cuando la muerte te acaricia la espalda y te deja tatuada la huella de su aliento adquieres plena consciencia de tu propia extinción. Una certeza que puede asaltarte mañana mismo.

De modo que, aunque no quiero vivir de prisa, me urge cumplir con mis prioridades.

Aquel que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos.
Friederich Nietzsche

Me interesa más el trayecto que el destino, la verdad, mi próxima meta es hoy, ahora mismo. Porque este instante me permite sentir, escuchar y vivir todo lo que, a futuro, solo es una probabilidad discutible. Una hipótesis con muchas variables.

Uno puede imaginarse dentro de 30 años, pero mirar hacia horizontes lejanos puede desenfocarnos el amanecer más intenso.

Cuando la muerte te acaricia la espalda y te deja tatuada la huella de su aliento adquieres plena consciencia de tu propia extinción. Una certeza que puede asaltarte mañana mismo.

De modo que, aunque no quiero vivir de prisa, me urge cumplir con mis prioridades.

He anulado la suscripción que tenía firmada con la inercia. Renuncio a los dictados de un boletín lleno de trampas, a seguir las pautas marcadas por ¡quién sabe! para que transite por el mundo sin conciencia.

Quiero acechar a la lluvia cuando cae y perseguir al sol en el ocaso. Quiero ser consciente de cada paso que doy, aunque sea equivocado, y masticar en la boca las decisiones que me ayuden a ser quien soy, no lo que otros esperan que sea.

Así me nace este proyecto, tras renacer yo misma. Porque me apetece. Porque después de un tiempo de sombras y tinieblas es necesario abrir puertas y ventanas. Ventilar. Sentir el sol en la cara. Y compartir. Sin más, como si fuera una terapia.

No te equivoques. No vendo consejos ni fórmulas matemáticas. No tengo teorías infalibles sobre la felicidad ni verdades absolutas. 

No soy más ni menos que tú, no soy gurú de nada ni de nadie. No pretendo que me des la razón, ni que me la quites.

Si sigues ahí es porque te gusta explorar tu propio viaje, porque de los hilos de mis costuras tal vez tú puedas coser tus propios retales.

Mi intención es hablar de lo que me inquiete, me preocupe, me inspire o todo a la vez. Es desgranar sentimientos para ver qué fluye. Llamar a la puerta de la inspiración y esperar que tenga algo reservado para mí. Y entonces compartirlo contigo, en voz baja, sin estridencias.

Esperando que de las palabras surja la música de tu propia partitura, que leas entre líneas cosas que solo te pertenecen a ti, que puedas volar a ese universo exclusivo donde estar a solas, liberar emociones, y después seguir.

He anulado la suscripción que tenía firmada con la inercia. Renuncio a los dictados de un boletín lleno de trampas, a seguir las pautas marcadas por ¡quién sabe! para que transite por el mundo sin conciencia.

Quiero acechar a la lluvia cuando cae y perseguir al sol en el ocaso. Quiero ser consciente de cada paso que doy, aunque sea equivocado, y masticar en la boca las decisiones que me ayuden a ser quien soy, no lo que otros esperan que sea.

Así me nace este proyecto, tras renacer yo misma. Porque me apetece. Porque después de un tiempo de sombras y tinieblas es necesario abrir puertas y ventanas. Ventilar. Sentir el sol en la cara. Y compartir. Sin más, como si fuera una terapia.

No te equivoques. No vendo consejos ni fórmulas matemáticas. No tengo teorías infalibles sobre la felicidad ni verdades absolutas. 

No soy más ni menos que tú, no soy gurú de nada ni de nadie. No pretendo que me des la razón, ni que me la quites.

Si sigues ahí es porque te gusta explorar tu propio viaje, porque de los hilos de mis costuras tal vez tú puedas coser tus propios retales.

Mi intención es hablar de lo que me inquiete, me preocupe, me inspire o todo a la vez. Es desgranar sentimientos para ver qué fluye. Llamar a la puerta de la inspiración y esperar que tenga algo reservado para mí. Y entonces compartirlo contigo, en voz baja, sin estridencias.

Esperando que de las palabras surja la música de tu propia partitura, que leas entre líneas cosas que solo te pertenecen a ti, que puedas volar a ese universo exclusivo donde estar a solas, liberar emociones, y después seguir.

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Matilde Bello

Matilde Bello

Periodista y escritora

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