Relatos de Ficción
Cuentos, narraciones, relatos breves, canciones, historias y demás universos dictados por la inspiración
Novedad
Permiso para soñar
Déjame acunar en tu frente estos ojos perdidos y llévame lejos de mí mismo, como si fuéramos errantes en un paraíso de precipicios y en tus brazos conquistara el permiso para soñar.
Las ataduras del tiempo
Víctor despertó una mañana más con la sensación de tener el tiempo enroscado en las entrañas. Los días se pisoteaban unos a otros arrojando, en su letanía de horas, unas ataduras invisibles.
Espionaje fragante
Llevaba diez minutos de obnubilado espionaje. Entregado al deleite que le procuraban esas manos de finos dedos y diestra paciencia y ese rostro de perfil aniñado que en la concentración adquiría una belleza privilegiada, ajena a todo prosaísmo, Félix sintió en sus ingles un delator pellizco de su limerencia.
¡Justo a tiempo!
¿Eres de los que pierden los nervios por las prisas, por el tiempo, porque alguien te saca de quicio? ¿Hasta dónde crees que llegarías si en un momento dado pierdes el control?
Pompas de jabón
A mí me parecen pedos mágicos del sol, o una lluvia de confeti de nubes juguetonas. Pero mamá dice que se pintan así, como si fueran pompas de jabón de colores flotando en busca de la luna.
La mala noche de Simona
Este relato es una transcripción de un hecho cotidiano. Una historia que hace buena la frase “Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro», y eso que la historia está protagonizada por perros.
Debe de ser eso…
De pequeño me gustaba atrapar mariposas en esos vasos de duralex. Mi madre me reñía, “Juan, eso es una marranada”, me decía. Luego tuve pesadillas con ellas, tal vez por aquello del karma y la justicia divina.
Insubordinación
Este reto consiste en escoger un personaje de ficción y desarrollarlo de una forma alternativa a cómo lo dibujó su autor. En este caso, mi personaje pertenece al universo Galdosiano.
Retratista de sentencias
Como buen retratista de sentencias, Rubén trabaja con el corazón frío y el pulso firme para dotar a sus dibujos de un realismo donde las emociones flotan sobre el papel, aunque este juicio resulta particularmente especial.
Un pueblo para volver
Julián regresa al pueblo que le vio nacer con la voluntad de empezar de nuevo, con un horizonte de incertidumbre y el peso de la derrota venciendo la mochila de su espalda.