Permiso para soñar
Sígueme. Sedúceme con tu arrojo mientras tengo tu alma ceñida. Ven. Aférrate a mi locura en el próximo paso y juguemos a buscarnos el resto de nuestra vida.
No desaires lo audaz que se muestra tu espalda en mis dedos, pajarillos sedientos pespunteando tu silueta, o cómo desarma tu calor mi voluntad, con esa insolente elegancia perforando mi piel, con tu sublime ligereza empujándome a olvidar.
Déjame acunar en tu frente estos ojos perdidos y llévame lejos de mí mismo, como si fuéramos errantes en un paraíso de precipicios y en tus brazos conquistara el permiso para soñar.
—¡Uooh! —exclama sonrojada tu voz y resuena en lo más profundo de este enajenado poeta.
Tus pies chapotean, musicales, en los quiebros desordenados de esta partitura frenética. ¿Cómo consigues flotar al son de mi improvisación…?
No ceses de perseguirme, mujer. Acuérdate de llenar el espacio que mi sombra dibujó, porque en tu fuerza mi negrura se corrompe y mi horizonte se enciende de quimeras. Sé que el presagio de un adiós taconea mimoso en cada giro para ser desmentido en el regreso que impaciente se enrosca en nuestras piernas, pero has de saber, mujer, que este ir y venir, este delirio eterno y sinsentido con el que desafías todas mis certezas, es lo que me servirá mañana para mirar a la muerte con desdén y, tal vez, ganarle la apuesta.
Esencia de Mujer
Este texto responde al reto “De la escena…al micro” lanzado por la plataforma El Tintero de Oro. Se nos invita a elegir la escena de una película (la que nosotros queramos) y novelizarla al gusto.
En mi caso me he decantado por la mítica escena del tango de la película “Esencia de Mujer” con la que Al Pacino conquistó el único Óscar que ha ganado en su carrera. El mítico actor interpreta en este film a un coronel retirado y ciego que contrata los servicios de un joven como asistente para una escapada a Nueva York con intenciones algo oscuras donde se producirá este mítica escena.
Sígueme. Sedúceme con tu arrojo mientras tengo tu alma ceñida. Ven. Aférrate a mi locura en el próximo paso y juguemos a buscarnos el resto de nuestra vida.
No desaires lo audaz que se muestra tu espalda en mis dedos, pajarillos sedientos pespunteando tu silueta, o cómo desarma tu calor mi voluntad, con esa insolente elegancia perforando mi piel, con tu sublime ligereza empujándome a olvidar.
Déjame acunar en tu frente estos ojos perdidos y llévame lejos de mí mismo, como si fuéramos errantes en un paraíso de precipicios y en tus brazos conquistara el permiso para soñar.
—¡Uooh! —exclama sonrojada tu voz y resuena en lo más profundo de este enajenado poeta.
Tus pies chapotean, musicales, en los quiebros desordenados de esta partitura frenética. ¿Cómo consigues flotar al son de mi improvisación…?
No ceses de perseguirme, mujer. Acuérdate de llenar el espacio que mi sombra dibujó, porque en tu fuerza mi negrura se corrompe y mi horizonte se enciende de quimeras. Sé que el presagio de un adiós taconea mimoso en cada giro para ser desmentido en el regreso que impaciente se enrosca en nuestras piernas, pero has de saber, mujer, que este ir y venir, este delirio eterno y sinsentido con el que desafías todas mis certezas, es lo que me servirá mañana para mirar a la muerte con desdén y, tal vez, ganarle la apuesta.
Esencia de Mujer
Este texto responde al reto “De la escena…al micro” lanzado por la plataforma El Tintero de Oro. Se nos invita a elegir la escena de una película (la que nosotros queramos) y novelizarla al gusto.
En mi caso me he decantado por la mítica escena del tango de la película “Esencia de Mujer” con la que Al Pacino conquistó el único Óscar que ha ganado en su carrera. El mítico actor interpreta en este film a un coronel retirado y ciego que contrata los servicios de un joven como asistente para una escapada a Nueva York con intenciones algo oscuras donde se producirá este mítica escena.
¡Qué bonito! Esencia de poesía es lo que destila el micro. Muy bien elaborado y narrado. Me ha gustado mucho. Te felicito por él. Un abrazo. 🙂
Gracias, Merche
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Poético a más no poder. ¡Qué bonito, Matilde! Qué bien has contado la escena y mostrado el alma del personaje. Me ha encantado.
Muchas gracias, Marta
Un tango, por sí solo, llena cualquier escena. Feliz de que te haya gustado el micro.
Un abrazo
Te ha quedado super bien, mucha belleza poética en tu novelización. Saludos.
Gracias, Ana
Por leerlo y comentarlo.
Un abrazo
Hola, Matilde: Has descrito esta memorable y fantástica a escena de una manera deliciosamente poética. Me ha fascinado. Muchas gracias y un abrazo.
Muchas gracias a ti, Myriam, por sentirlo tan bonito…
Un abrazo
Se puede ver a Al Pacino ciego tratando de trasmitir por medio de los otros sentidos todo su erotismo y deslumbramiento, si cabe el término. Muy Bueno. Un abrazo
Sin duda Al Pacino borda su papel. Yo adoro a este actor, me encanta cómo actúa y en este papel creo que su interpretación es magistral.
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Hola Matilde. Prosa poética de ejecución perfecta la que nos traes, metiéndonos en la mente del militar que sabe que la mujer con la que baila es algo inalcanzable para él y que una vez que ese momento efímero se acabe, se perderá para siempre en su recuerdo. De esos momentos que hacen que la vida merezca la pena vivirse, y que en el momento de la muerte se mire hacia atrás con la satisfacción de haber disfrutado de las pequeñas cosas. Muy bonito. Un abrazo.
Hola, Jorge
Te voy a confesar que durante varios días estuve retrocediendo una y otra vez sobre mis líneas tratando de evitar la rima, pero oye, cuando el texto se emperra y va a lo suyo no hay nada que hacer así que finalmente sucumbí a la tentación de la prosa poética.
He tratado de meterme en la mente del coronel jugando también con el oscuro propósito que tenía para ese viaje a Nueva York.
Un abrazo
Hola Matilde, el tango en esa alma ceñida, aferrada, desarmando voluntades; una conquista del permiso a soñar. Esos primeros párrafos danzan con la escena, compañera. «Por una cabeza» no puede ser más sensual este danzar. Un abrazo
Gracias, Emerencia
El tango no necesita explicación ninguna. Tal vez he sido demasiado osada tratando de poner voz a una imagen que no necesita ninguna en absoluto, pero es que cuando leí el reto pensé inmediatamente en esta película y esta escena. Al menos me he divertido tratando de entrar en los pensamientos del coronel.
Un abrazo
Hola Matilde. Has logrado meterme en la escena y me has mostrado el alma del personaje, a ritmo de un tango embriagador, sensual, erótico. Me ha encantado. Un abrazo.
Muchas gracias, Marlen
Me alegra que te haya transmitido todas esas preciosas sensaciones.
Un abrazo
Hola Matilde, sin duda la esencia que trasmite tu microrrelato es pura esencia de mujer. Me gustó. Un abrazo
Muchas gracias, Nuria.
Un abrazo
¡Hola, Matilde! Cómo me gusta que hayas cogido esta escena. Adoro el tango y Por una cabeza es mi favorito, tanto en versión orquestada como en la voz de Gardel. De hecho, llegué a escribir un relato inspirado en esa canción que quizá algún día publique.
Leer tu micro mientras se escucha el tango ha sido algo maravilloso, diría que incluso logras un ritmo acorde como si texto y música bailaran juntos ese tango.
Fantástico aporte. Un abrazo!
Hola, David
Yo también adoro el tango. De hecho, una de mis fantasías es bailar alguna vez así, como en esa película. Estoy a la espera de dar con la pareja de baile que se preste a ello… ja, ja. Me encantaría leer ese relato del que hablas.
Y… por cierto, escribí el texto viendo la escena y escuchando el tango una y otra vez. Lo puse en bucle durante varios días porque me ha costado un poco crear el micro que, por cierto, no termina de satisfacerme del todo. Pero bueno, había que intentarlo.
Gracias por pasarte, David.
Un abrazo
Es todo el texto precioso pero el final es espectacular. apunta a lo efimero y que el recuerdo es todo lo que nos queda, como con todas las cosas, aunque la mayoria se borran ,; esta no se borrará
abrazoo
Supongo que todo aquello que despeina nuestras emociones es lo nos que permite sobrellevar todo lo demás.
Muchas gracias por tus generosas palabras.
Un abrazo
Mi negrura se corrompe. Me flipa esa frase, Matilde. Y el texto es una delicia como ya te han dicho por ahí arriba. Una prosa poética que te mece en cada línea.
Un abrazo.
Muchas gracias, Pedro
Encantada de verte por aquí y que te haya gustado mi micro.
Un abrazo
Hola Matilde muy hermoso y poetico micro. Un saludo.
Muchas gracias.
Un abrazo
Hermoso y poético micro, me encantó, te felicito.
Esa película, esa escena me encantan, ese baile encierra toda la sensualidad que pueda tener una danza, el tango realmente es muy sensual y esa escena lo es,
Me encanta que la hayas elegido.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Gracias, Patricia
El tango tiene fuerza por sí solo para expresar toda la fuerza dramática de la escena. No sé si el temperamental coronel estaría de acuerdo con los pensamientos que le he asignado, pero la verdad es que me ha divertido el reto.
Un abrazo
Hermosa prosa poética que destila sensualidad,… enhorabuena por el midro!
¡Muchas gracias!
Un abrazo
Hola Matilde, un película bonita y muy romántica
Tú lo has bordado, y es que esta pili tiene muy buenos actores.
Saludos de flor.
Muchas gracias.
Un abrazo
Que bonito tu relato, una verdadera poesía! La película es excepcional y esa escena mítica, pero tu les has puesto palabras a lo que uno tiene que imaginar mientras ve en la escena a la pareja bailar! Un abrazo!
Muchas gracias, Marifelita
Ciertamente, la escena de la peli es toda una gozada plástica.
Gracias por pasar.
Un abrazo
Hola, Matilde, qué micro te marcas a ritmo de tango. “Lo audaz que se muestra tu espalda en mis dedos”. Me encanta leerte con esa prosa poética tan sensorial de la que afloran emociones y sentimientos. “El presagio de un adiós taconea mimoso en cada giro”. Precioso. Lo he leído dos veces, una sin música y la otra con, esta gana por goleada.
Un abrazo!
Gracias, María Pilar
Creo que ya he dicho antes a algún compañero que en un principio traté de evitar la rima, pero, a veces, por mucho que una quiera, la prosa tiene sus propios propósitos. Me temo que el tango ha tenido que ver en el ejercicio creativo porque lo construí con la música en bucle y me he debido emborrachar de sensualidad. O eso he imaginado…
Gracias por esa sensibilidad.
Un abrazo
Nunca dejas de maravillarme con tus letras, Matilde. Eres una maestra en el arte de enlazar palabras.
Un abrazo gigante.
Tú siempre tan generosa, Estrella.
Por cierto, me gusta cómo te manejas en la ficción.
Un abrazo
Tu precioso texto se acopla de maravilla al tango. Felicidades por el resultado. Reto superado con nota.
Mil gracias
Un abrazo
Hola, Matilde. La vida dura lo que un tango y hay que exprimirla al máximo. Nuestro protagonista sabe que esa mujer que ahora se halla entre sus manos mañana será sólo un recuerdo, y se esfuerza por grabarse a fuego cada uno de sus pasos, roces y sensaciones.
Tu relato es pura poesía. Gracias por participar en el reto.
Gracias Bruno por tan generosa valoración
Un abrazo
¡Hola Matilde! Una prosa poética preciosa que nos invita a sumergirnos de lleno en tu micro. Y una bella manera de describir todo lo que puede suceder en la mente de una persona durante el tiempo que dura un tango . Un saludo.
Hola, Rocía
Muchas gracias por tu valoración. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
La exaltación de los sentidos con ese ritmo poético que tan bien has sabido prestarle, Matilde. No me ha extrañado nada que hayas elegido esta escena, gran fragmento, dada tu sensibilidad y modo de escribir.
¡Precioso!
Hola, Isabel
Sí, obviamente, se me ha notado que he ido a por mi estilo. Supongo que tiene que ver que había vuelto a ver recientemente la película y me quedé enganchada, de nuevo, a la mítica escena del tango. Por envidia, por supuesto…je, je.
Gracias por pasarte, Isabel.
Un abrazo
Hola, Matilde. La Poesía, la música, el baile, la seducción forman un maravilloso relato. Ha sido estupendo. Un abrazo.
Muchas gracias, Isan.
Un abrazo
Preciosa escena y preciosa tu manera de narrarla. Es una pena (y una injusticia) que Al pacino solo tenga este Oscar. Se ha merecido varios. Enhorabuena por tu interpretación de la escena.
Un beso.
Gracias, Rosa
Completamente de acuerdo contigo. Al Pacino se merece mucho más. Se nota que es uno de mis favoritos ¿no?
Un abrazo
Hola, Matilde! Qué bonito el relato, me atrevería a decir que más que la propia película, no veo a Alpa tan arrebatador y profundo en esos menesteres, aunque tampoco he visto la peli, así que no sé, jajaja.
Muy bueno, Matilde, es una delicia de micro.
Un abrazo!
Hola, Pepe!
Los pensamientos que pongo al personaje de Al Pacino se basan precisamente en la trama de esa película, centrada en un viaje a Nueva York con un joven guía con quien tiene verdaderas conversaciones existenciales y donde la mujer tiene un peso especial. El objetivo de ese viaje, que obviamente no puedo desvelar para no hacer spoiler, es lo que da sentido a todo, pero para eso, querido compañero, tendrás que ver la película… ja, ja
Encantada de verte por aquí y charlar contigo, Pepe.
Un abrazo y gracias
Por una cabeza. Un tango que suele sonar en películas.
Recuerdo bien esa escena.
Y la desarrollaste muy bien, mostrando las emociones del personaje, fascinado por esa bella y elegante mujer.
Que deseaba bailar tango con alguien.
Un abrazo.
Muchas gracias
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Muy bonito y bien narrado Matilde.
Me encanta como cuentas las cosas.
Muchas gracias
Muy contenta de que te haya gustado.
Un abrazo
Hola, Matilde. Muy poética, como lo pide ese particular momento, la descripción de la escena; únicamente faltaría poner música de fondo para dramatizarla al completo.
Saludos.
Muchas gracias.
La música es la que el tango propone. No puede ser de otro modo….
Un abrazo