Del llanto a la risa, y luego a misa
Guillermina, nuestra protagonista octogenaria enferma de Alzheimer, navega en este segundo capítulo en un carrusel de emociones que la llevan del llanto a a la risa con toda naturalidad. Tras una semana confinados su hijo Luis, a sus cuidados día y noche, ya ha olvidado prácticamente su vida anterior a la pandemia.