Finalista del VII Concurso de Microrrelatos Lenteja de Tierra de Campos
Imagen facilitada por el Consejo Regulador de la IGP Lenteja de Tierra de Campos,
Empieza a ser algo así como una maldición, o bendición, según se mire, eso de quedar finalista en los concursos literarios. No es una queja, al contrario. Me siento muy agradecida por la oportunidad de participar y de que un jurado formado por gente que yo no conozco de nada se fije en mis escritos.
En esta ocasión he quedado finalista del VII Concurso de Microrrelatos Lenteja de Tierra de Campos con el texto: “Hay cosas que sí cambian” cuyo fallo se hizo público este 28 de febrero, y al que se han presentado 600 participantes. Los relatos no podían superar las 200 palabras y debían incluir en el texto la palabra “lenteja”, siendo, por lo demás, de temática completamente libre.
Me ha resultado especialmente interesante que la organización haya dramatizado los relatos ganadores (tres) y los finalistas (siete). Es decir, que los puedes escuchar en una voz que los ha teatralizado con maestría.
Mi enhorabuena a los autores ganadores, cuyos relatos, por cierto, he leído y son muy buenos.
A continuación tienes mi microrrelato «Hay cosas que sí cambian», finalista del VII Concurso de Microrrelatos Lenteja de Tierra de Campos
Hay cosas que sí cambian
Diez minutos esperando y ella sin aparecer. Hay cosas que nunca cambian. Me ha citado en un restaurante que sabe que detesto, pero acepto el chantaje.
Al fin llega en un ajustado vestido de verano que rebela su considerable pérdida de peso. Me mira. Está sopesando el impacto que me causa su incuestionable buen y mejorado aspecto, así que no la defraudo:
—Estás fantástica, Marta.
—Gracias. No puedo decir lo mismo de ti —dice ella haciéndome un desdeñoso repaso—. Hay cosas que nunca cambian, ¿verdad Víctor? —ironiza, con sus ojos detenidos en mi crecida barba.
Ignoro sus intentos de dinamitar la reunión y voy al grano.
—¿Estás de acuerdo, entonces, en las condiciones de divorcio que te propuse?
—¡Vamos a pedir antes la comida, si no te importa! —refuta algo indignada, jugando a mantener las riendas.
—Ah, pues te sugiero la ensalada de lentejas —indico, sumiso—. Está deliciosa —y me paso la mano por el mentón sabiendo que se fijará en la ausencia de alianza.
—¿Desde cuándo te gustan las lentejas? —pregunta airada, cayendo en la trampa.
—Marta, hay cosas que, afortunadamente, sí que cambian. Tú ahora estás preciosa, y a mí me encantan las lentejas.
En este enlace puedes escuchar mi microrrelato: “Hay cosas que sí cambian”
Imagen facilitada por el Consejo Regulador de la IGP Lenteja de Tierra de Campos,
Empieza a ser algo así como una maldición, o bendición, según se mire, eso de quedar finalista en los concursos literarios. No es una queja, al contrario. Me siento muy agradecida por la oportunidad de participar y de que un jurado formado por gente que yo no conozco de nada se fije en mis escritos.
En esta ocasión he quedado finalista del VII Concurso de Microrrelatos Lenteja de Tierra de Campos con el texto: “Hay cosas que sí cambian” cuyo fallo se hizo público este 28 de febrero, y al que se han presentado 600 participantes. Los relatos no podían superar las 200 palabras y debían incluir en el texto la palabra “lenteja”, siendo, por lo demás, de temática completamente libre.
Me ha resultado especialmente interesante que la organización haya dramatizado los relatos ganadores (tres) y los finalistas (siete). Es decir, que los puedes escuchar en una voz que los ha teatralizado con maestría.
Mi enhorabuena a los autores ganadores, cuyos relatos, por cierto, he leído y son muy buenos.
A continuación tienes mi microrrelato «Hay cosas que sí cambian». Finalista del VII Concurso de Microrrelatos Lenteja de Tierra de Campos
Hay cosas que sí cambian
Diez minutos esperando y ella sin aparecer. Hay cosas que nunca cambian. Me ha citado en un restaurante que sabe que detesto, pero acepto el chantaje.
Al fin llega en un ajustado vestido de verano que rebela su considerable pérdida de peso. Me mira. Está sopesando el impacto que me causa su incuestionable buen y mejorado aspecto, así que no la defraudo:
—Estás fantástica, Marta.
—Gracias. No puedo decir lo mismo de ti —dice ella haciéndome un desdeñoso repaso—. Hay cosas que nunca cambian, ¿verdad Víctor? —ironiza, con sus ojos detenidos en mi crecida barba.
Ignoro sus intentos de dinamitar la reunión y voy al grano.
—¿Estás de acuerdo, entonces, en las condiciones de divorcio que te propuse?
—¡Vamos a pedir antes la comida, si no te importa! —refuta algo indignada, jugando a mantener las riendas.
—Ah, pues te sugiero la ensalada de lentejas —indico, sumiso—. Está deliciosa —y me paso la mano por el mentón sabiendo que se fijará en la ausencia de alianza.
—¿Desde cuándo te gustan las lentejas? —pregunta airada, cayendo en la trampa.
—Marta, hay cosas que, afortunadamente, sí que cambian. Tú ahora estás preciosa, y a mí me encantan las lentejas.
En este enlace puedes escuchar mi microrrelato: “Hay cosas que sí cambian”
Hola Marta. Enhorabuena por ese merecidísimo puesto. Desde luego, los ganadores deben ser muy buenos.
Un saludo desde este compañero del Tintero.
Bruno.
Hola Bruno, (ja, ja) Me has puesto el nombre de la prota del microrrelato. ¡No te preocupes, no pasa nada!
Sí, a algunos amigos de El Tintero ya los tengo identificados, y tú eres uno de ellos. Agradecidísima siempre de que te pases por aquí.
Y sí, los ganadores son buenos, pero es que hay que gente muy buena por ahí escribiendo….
Un abrazo compañero
Aplausos sin emoji y un beso. ¿Dónde puedo leer el resto que no son tuyos?
Gracias Guille
Te paso el enlace. Al final del texto verás los enlaces a los textos ganadores y a los finalistas
https://site.lentejadetierradecampos.es/concursos-2-2/viii-concurso-de-microrrelatos-lenteja-de-tierra-de-campos/600-participantes-en-el-viii-concurso-de-microrrealtos-lenteja-de-tierra-de-campos/
¡Hola, Matilde! ¡Qué buen micro! Me ha encantado cómo has preparado esa intervención final que es maravillosamente irónica y redondea la historia de esta pareja. Por supuesto, un relato merecedor del reconocimiento que ha recibido. Y es que la imaginación es capaz de llevarnos de una simple lenteja a una historia de amor rota. Un fuerte abrazo!!
Gracias David
Creo que cuando lo escribí estaba todavía bajo la influencia de alguno de los últimos retos de El Tintero…
¡Qué sería de nosotros sin la ficción…!
Un abrazo