Hoy empieza…
Hoy empieza mi verano de nubes malvas y alisios quietos, una persiana cerrada a la apatía con el cartel de no molestar a tanto titubeo; donde las palabras pierden el compás, se olvidan del que va delante y detrás y dejan para los demás lo que es razonable y lo que tiene mérito.
Hoy arde la lumbre de las manos que se frotan, de las risas que se aflojan y lanzan campanas al vuelo; la fuerza del que va a por todas, del que aprieta los ojos que rebeldes lloran un alma llena de remiendos. Hoy suena una voz diestra en rehacerse, afónica de tanto insubordinarse al invierno.
Mi verano bebe de un sol gentil que sonríe sin permiso en plena cuesta de enero, y guarda su calor en bolitas de alcanfor para esparcir gratis su olor y que no me distraigan los recuerdos. Si un día le confunde la nieve cepilla el horizonte con las certezas de un incendio, y si entre la bruma se pierde, baña su desliz en lágrimas de abril para derramar lustroso su privilegio.
Voy a nadar en océanos de verbos mudos que sepan conjugar el hastío en silencio, a bailar entre suspiros de espuma que arrullen con caricias todos mis miedos. Que una borrasca de coraje temple la marejada donde se ahogan los sueños y salgan a flote con sus espinas clavadas, con su voluntad horadada de tanto tener los pies en el suelo.
Me voy a broncear con la luna que perfuma de ternura las noches que no duermo y a mecerme, ligera, en su penumbra de incertidumbre y de solitarios comienzos. Hoy empieza ese verano de momentos fugaces, de pulmones que retumban a corazón abierto, de bienvenidas que te abrazan y escriben en la pared inocentes te quiero.
El que ha comenzado bien, está a la mitad de la obra.
Horacio
Hoy empieza mi verano de nubes malvas y alisios quietos, una persiana cerrada a la apatía con el cartel de no molestar a tanto titubeo; donde las palabras pierden el compás, se olvidan del que va delante y detrás y dejan para los demás lo que es razonable y lo que tiene mérito.
Hoy arde la lumbre de las manos que se frotan, de las risas que se aflojan y lanzan campanas al vuelo; la fuerza del que va a por todas, del que aprieta los ojos que rebeldes lloran un alma llena de remiendos. Hoy suena una voz diestra en rehacerse, afónica de tanto insubordinarse al invierno.
Mi verano bebe de un sol gentil que sonríe sin permiso en plena cuesta de enero, y guarda su calor en bolitas de alcanfor para esparcir gratis su olor y que no me distraigan los recuerdos. Si un día le confunde la nieve cepilla el horizonte con las certezas de un incendio, y si entre la bruma se pierde, baña su desliz en lágrimas de abril para derramar lustroso su privilegio.
Voy a nadar en océanos de verbos mudos que sepan conjugar el hastío en silencio, a bailar entre suspiros de espuma que arrullen con caricias todos mis miedos. Que una borrasca de coraje temple la marejada donde se ahogan los sueños y salgan a flote con sus espinas clavadas, con su voluntad horadada de tanto tener los pies en el suelo.
Me voy a broncear con la luna que perfuma de ternura las noches que no duermo y a mecerme, ligera, en su penumbra de incertidumbre y de solitarios comienzos. Hoy empieza ese verano de momentos fugaces, de pulmones que retumban a corazón abierto, de bienvenidas que te abrazan y escriben en la pared inocentes te quiero.
El que ha comenzado bien, está a la mitad de la obra.
Horacio
Encantada de volver a leerte.
Ya te echaba de menos.
Agradecerte q vuelvas con ese “verano de nubes malvas y alisios quietos”
Gracias por estar de nuevo.❤️
Encantada de verte ahí, tan fiel como siempre.
Gracias por leerme, por sentirme, que viene a ser lo mismo que llevarte mis textos a tu terreno para que solo tengan significado para ti.
Un abrazo
Un abrazo.
Otro para ti
Bienvenida a este tu verano, dejando atrás la quietud del invierno con su serena y quieta mirada. Siempre hay un momento en el que desperezarse se hace inevitable, y maravilloso ese momento cuando también renacen las letras.
Otro día para comenzar, y ninguno es igual y todos hermosos.
La prosa que aquí nos regalas me ha parecido sublime, y sabes, ahora cuando te leo, escucho tu dulce y armónica voz.
Gracias, Matilde.
Un abrazo!
Gracias, Mila
Todos los reinicios tienen su parte de ilusión y su parte de riesgo, pero no cabe duda que todos ellos se anuncian agitando mariposas en el estómago y eso, amiga mía, bien vale la pena cualquier tropezón o imprevisto por el camino.
Que tus mariposas sigan, también, batiendo sus alas.
Un abrazo
¡Hola, Matilde! Un bellísimo texto, en el que nos traes esperanza, y es que nada hay mejor, como decía Serrat, que levantarse cada mañana diciéndote que hoy va a ser un gran día o, como dices tú, hoy comienza mi verano. Un abrazo!
Recomenzar siempre trae algo inspirador en el horizonte.,,
Queridísima Matilde! Hermosamente profunda prosa que hace de eco de mi Alma quien también está en el comienzo de algo nuevo, y ha re-sonado emocionada con tu decir.
Gracias!!! desde Argentina.
Siempre digo que lo que escribo se hace útil y trascendente cuando los demás pueden vibrar o sentirse identificados a través de mis letras. Es un orgullo que a ti te haya producido este efecto.
Un abrazo y…. feliz re-inicio.
Bellísimo, Matilde. Tiene fuerza, te da ese impulso para recomenzar de nuevo. Lo he leído en voz alta para no perder los matices de sonoridad porque «Hoy suena una voz diestra en rehacerse, afónica de tanto insubordinarse al invierno».
Un abrazo!
Gracias Maria Pilar,
Me alegra que lo hayas sentido tan tuyo. Recomenzar es una palabra que siempre se acompaña de ilusión y impulso.
Un abrazo