Últimas palabras
Imagen Pixabay
Le pido que haga todo lo posible por mantener con vida a mi marido un poco más. Estaré allí en treinta minutos. Gracias
Cuelgo el teléfono. Elijo seda negra para enfundar mis piernas en un elegante luto. Mientras la tela va cubriendo mi piel, cientos de recuerdos inoportunos contaminan la tensa calma de la atmósfera. Trago saliva como si clavos afilados hicieran equilibrio en mi voz.
Ahora no, le digo al rostro lívido que me mira desde el espejo, y pinto en su boca algo parecido a la determinación.
Cojo las llaves del coche y enmascaro la rigidez de mi cuerpo con un abrigo que no me protege del dolor, pero lo disfraza con éxito.
La lluvia moja el mes de noviembre con un aliento húmedo que perfora los huesos, y proyecta en la luz de las farolas imágenes fantasmagóricas durante todo el trayecto hasta el hospital. El ruido de los neumáticos en la carretera se magnifica en la soledad de la madrugada. Tengo la sensación de formar parte de una mala película.
El edificio me recibe con la frialdad propia de un lugar que tiene miles de pronósticos atrapados en sus esterilizadas paredes. Hago de tripas corazón y me dejo atrapar por el silencio del ascensor que me lleva hasta la octava planta.
Enfilo el pasillo hacia la habitación 8022. Allí, apostado en la puerta, un policía de gesto inexpresivo se pone de pie en cuanto me ve llegar.
Imagen Pixabay
Le pido que haga todo lo posible por mantener con vida a mi marido un poco más. Estaré allí en treinta minutos. Gracias
Cuelgo el teléfono. Elijo seda negra para enfundar mis piernas en un elegante luto. Mientras la tela va cubriendo mi piel, cientos de recuerdos inoportunos contaminan la tensa calma de la atmósfera. Trago saliva como si clavos afilados hicieran equilibrio en mi voz.
Ahora no, le digo al rostro lívido que me mira desde el espejo, y pinto en su boca algo parecido a la determinación.
Cojo las llaves del coche y enmascaro la rigidez de mi cuerpo con un abrigo que no me protege del dolor, pero lo disfraza con éxito.
La lluvia moja el mes de noviembre con un aliento húmedo que perfora los huesos, y proyecta en la luz de las farolas imágenes fantasmagóricas durante todo el trayecto hasta el hospital. El ruido de los neumáticos en la carretera se magnifica en la soledad de la madrugada. Tengo la sensación de formar parte de una mala película.
El edificio me recibe con la frialdad propia de un lugar que tiene miles de pronósticos atrapados en sus esterilizadas paredes. Hago de tripas corazón y me dejo atrapar por el silencio del ascensor que me lleva hasta la octava planta.
Enfilo el pasillo hacia la habitación 8022. Allí, apostado en la puerta, un policía de gesto inexpresivo se pone de pie en cuanto me ve llegar.
Hola, Matilde. Creo que no te había leído hasta ahora y me ha gustado mucho tu micro. Ese tono algo poético que lo recorre pese a la dureza de lo que cuenta y las imágenes tan bien elegidas con que llegas a una frase final que rompe la idea preconcebida del lector. Muy buen reto. Felicidades.
Hola Marta
Llevo un año por la blogosfera pero todavía no conozco a mucha gente y es la primera vez que participo en un reto de El Tintero de Oro. Me estoy leyendo todos los post ahora, en cuanto pueda echo un vistazo al tuyo y así también te conozco.
Me alegra que te haya gustado el micro. Tengo el desenlace ya en el tintero….
Gracias
Este comentario es una prueba. Hice uno con anterioridad y se fue por algún sumidero.
Hola Javier.
Pues tu prueba me ha llegado perfectamente… (risas)
Hola, Matilde. Ese poli en la puerta lo cambia todo y cobra sentido el por qué piensa en el atuendo al recibir la llamada. Me ha parecido una sutil pista. Me ha gustado el relato. Para mostrar la maldad no hace falta reventar a nadie.
Por cierto, ese comienzo del relato aún lo tengo fresco porque suelo leer y a veces participar, cuando me acuerdo o llego a tiempo, en los relatos en cadena, así que te deseo suerte.
Un abrazo.
Efectivamente, como le explico a David el texto es una versión modificada de un relato que presenté al concurso de la Cadena Ser. Me alegra saber que por aquí hay otros participantes, son retos muy entretenidos.
Y sí, he querido jugar con la ambigüedad interpretativa que proporcionan ciertas escenas del relato, aunque tal vez no he sido muy eficaz en mi propósito.
Muchísimas gracias por comentar. Un abrazo
¡Hola, Matilde! Ostras veo tantos detalles a destacar que de entrada pido disculpas por si resulto un tanto caótico. Comenzando por el principio. Pienso que el más grande continuará es, curiosamente, el que escribimos en la primera línea. El inicio debe anclar al lector en cuanto al narrador, la situación y el tiempo de la acción y además convertirse en una invitación para el lector. El que te has marcado en este micro cumple todos los objetivos. En una frase el lector se sitúa al lado de esa esposa, en presente, y en el momento cumbre en el que recibe la noticia de la pronta muerte de su marido. Es el inicio de una cuenta atrás hacia una situación tremenda. Pero, luego algo pasa. La imagen de ella vistiendo de seda sus piernas, la aparente frialdad, como de quien hace lo que debe, no lo que quiere, nos hace pensar en sí hay algo que no es lo que parece. Y entonces llegamos a ese final, con la clave presencia del policía. Todo un inicio de una novela negra elegante que quien sabe si algún día escribirás. Magnífica participación!! Un fuerte abrazo!
¡Hola, Matilde!
Pulcra descripción de cada movimiento, en la cual puedo sentir esos sentimientos contradictorios que parece tener la mujer en el principio, luego, por la carretera al desviar la atención en la atmósfera. Se respira ambiente de solemnidad y buena dosis de concentración. El final magnífico, a cargo de un policía que no se sabe que noticia le dará. El suspense está asegurado con ese continuará.
Se me hizo corto. Felicidades.
Me gustó volver a leerte, y me alegro participes en este reto que nos propone David, en el Tintero. Bienvenida.!
Un abrazo.
Hola Mila
Decidí concentrarme en los detalles buscando precisamente transmitir la intensidad de una emoción contenida, tensa y que al mismo tiempo no resultara demasiado evidente.
Que a uno le digan que se le ha hecho corto el relato siempre es de agradecer.
Me ha encantado reencontrarme contigo. ¿Has participado en este reto? No te he visto.
Un abrazo
¡Hola de nuevo, querida Matilde!
Participé en otros retos, también propuestos por David, en este aún no lo sé.
Hace bastante que no escribo nada. Si me decido a participar, y por lo que sea no puedes enterarte,
te lo hago saber por la red.
Que tengas una bonita semana;)
¡Ánimo guapa! Se te echa de menos.
Un abrazo
Hola David
El texto es una versión alargada y modificada de un micro que presenté a los «Relatos en Cadena» de la Cadena Ser. No sé si lo conoces. Es un concurso semanal que consiste en proponer un microrrelato de cien palabras a partir de la última frase del relato ganador de la semana anterior. Hago esta aclaración por tu comentario acerca de la primera frase de mi texto cuyo mérito, por lo que explico, no me puedo atribuir. En todo caso veo que has sido muy perspicaz al interpretar especialmente la imagen de ella vistiéndose. Agradecida por tu confianza y un placer participar en el reto. Un abrazo
Matilde, un micro elegante, nostálgico y triste, pero también valiente, cargado de emociones fuertes, añoranzas, recuerdos sensitivos y dolor.
El final sorprende, y nos deja bien colgados. Un gusto leerte.
Hola Idalia,
Muchas gracias por tus palabras. Tengo el desenlace en el tintero pendiente de corrección para publicar.
Un abrazo
¡Hola, Matilde!
Tienes bastante buen gusto y dominio en cuanto a la parte descriptiva envuelta de un elegante halo poético, aparte de utilizar con acierto la elipsis para sugerir en todo momento la acción y pensamientos que acompañan a la protagonista y narradora en primera persona, lo que aumenta el interés del lector.
En lo tocante al mensaje nos aportas algunos indicios, como el disfraz en el que en todo momento oculta las verdaderas intenciones de la protagonista.
Me ha sorprendido muy gratamente ese grado de veteranía con el que sabes crear tus historias.
Un abrazo.
Hola Estrella,
Sí, como ya he dicho en algún otro comentario no sé si los indicios son lo suficientemente ambiguos para crear esa incertidumbre en el lector. Tal vez no he sido tan sutil como imaginaba.
Sospecho que lo de la veteranía tiene mucho que ver con que no soy precisamente una niña, pero lo entiendo como un cumplido así que agradecida por tu más que interesante crítica.
Un abrazo
Hola Matilde, creo que es la primera vez que te leo, si no me equivoco, y encantada de hacerlo porque escribes de lujo, compañera.
Es inquietante desde el principio, aún sin saber que ocurrirá “algo” determinante por el policía del final.
Nos metes en la cabeza y sensaciones de la futura viuda, con tan poca sensibilidad que se viste de luto antes de la cuenta.
Metáforas sutiles, sin pasarte de rosca, impregna el relato de calidad narrativa, además de coherencia.
Ganas de saber que ocurrió, que es de lo que se trata, dejarnos con las posibles expectativas.
Un cordial saludo, Matilde.
Sí, es la primera vez que participo en un reto de David y, la verdad, estoy francamente sorprendida por el nivel, no solo de los relatos presentados, sino también por las críticas que se hacen de estos. Interpretas bien la frialdad de la protagonista y me apeteció mucho jugar con el tema del luto premeditado a tenor del final que tenía pensado. En breve publico el desenlace.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo
Hola, Matilde. En primer lugar, te doy mi bienvenida particular a El Tintero de Oro. Tu microrrelato me ha gustado mucho. Has sido capaz de describir una situación que atrapa al lector, que alimenta su necesidad de seguir leyendo, de conocer el porqué de la enigmática manera de proceder por parte de su protagonista. Muy buen trabajo. Un abrazo!
Hola Beri,
Muchas gracias y encantada de participar en este grupo de tanto nivel y participación. Espero acertar también a la hora de describir el desenlace del relato.
Un abrazo
Hola Matilde: En algún lugar quedó mi primer comentario. Mejor así, porque empiezo de nuevo.
Como lector empedernido me gusta mucho este micro relato. La elección de la voz narradora en primera persona adjudicada al personaje, es un recurso al que hay que aportar talento y recursos, tal como demuestras, para evitar el riesgo de entrometerse como autora, en la anécdota que se relata. Ese control de la narración apoyándose en la estrategia de mostrar sentidos, sensaciones y a fin de cuentas sentimientos, es lo que hace que el lector, la lectora sigan la historia con total confianza entregados a la coherencia de lo narrado, tal como apunta Isabel Caballero, sea lo que sea, pendientes de un desenlace que sin duda llegará. Eso está conseguido de forma impecable.
Abro párrafo EMDO (EnMiDespreciableOpinión) .
Me parece un muy buen relato, al que no etiqueto como ¡magnífico!, tal vez porque no encontré el tercer término, llámese desenlace, conclusión, cierre etc. El cuelgue sobre el abismo, no significa que no haya abismo, al igual que el coitus interruptus, no significa que no haya coito. En ese sentido el lector, puede sentirse abandonado a la puerta de la habitación 8022, sin haberse redondeado de algún modo la acción.
Abro párrafo tiquismiquis:
Hay dos «me recibe» en cada uno de los dos párrafos finales, que tal vez rasquen un poco un ejercicio de escritura brillante como es el relato que ofreces.
En resumen, es la primera vez que leo un trabajo tuyo, y a partir de ya, me declaro seguidor fijo. Te agradecería que tomases mis opiniones como lo que son, despreciables como las de cualquiera, y aprovechables si merecen la pena. Teniendo en cuenta sobre todo que lo único que merece la pena, es tu trabajo que está dando ocasión a este comentario.
Gracias, un abrazo y salud.
Nota P.S: Felicitaciones por una web elegante y amigable. Me gusta
Hola Javier,
Agradecida, halagada y enriquecida con tu constructiva crítica. Ya comenté a otro compañero que valoro mucho no solo la calidad de los relatos que estoy encontrando en este reto sino también la crítica que se hace de los mismos.
De tu párrafo EMDO decirte que estoy de acuerdo contigo. Cuando lo escribí ya tuve la sensación de que la acción no estaba bien resuelta antes del «continuará» pero tampoco logré encontrar alternativas más satisfactorias. Habrá que esforzarse más.
De tu párrafo tiquismiquis asumo el «mea culpa» por repetirme como el ajo con demasiada proximidad con aquello del «Me recibe». Toda la razón.
Me tomo tus opiniones muy seriamente y agradezco que te hayas tomado un ratito en visitar mi web. Veo que tú también grabas tus relatos. Te busco en Twitter.
Un abrazo y otra vez gracias
Hola Matilde. Agradecido también por mi parte. Sin ser un entrometido, el planteamiento y el nudo (o como se quiera llamar) están ahí. cualquier cambio a partir del nudo que presente esa narradora (no tú, Matilde) será bien recibida por el lector que ya está entregado. Cambio en el contexto: p.e : Ruido estentóreo del ascensor al llegar al piso, suciedad no recogida en una esquina, el policía se cae, se enciende la alarma, le dice algo etc.. o cambio en el personaje: se suelta la tapa del tacón derecho, trastabilla., deja la rigidez.
El desenlace, o la tercera etapa, o como se quiera llamar en cualquier reto, pueden ser cambios sutiles en las condiciones previas que el narrador planteó al lector. (*)Con eso ya se conforma el lector, para esperar suspendido sobre el abismo durante un ratín jejeje
Bueno, lo dicho, lo he pasado bien con este intercambio de pareceres muy similares de cualquier modo
(*) El relato de Isan es un ejemplo de como dejar redondo el relato. (Usando además un narrador en tercera persona que «reserva» su omnisciencia parcial y sin embargo el lector/a se queda tan a gusto porque se fía de ese narrador.
Un abrazo
Gracias Javier, tomo nota.
Un abrazo
Tampoco Norte había leído nada tuyo antes Matilde, pero te confieso que le ha encantado esa forma elegante y sutíl que tienes de escribir y que se refleja también en el personaje de tu relato,… en el que yo destacaría ese giro final con el policía y que cambia en un segundo la idea de desenlace que uno va conformando a medida que lee.
Creo que has dejado dejarnos colgados…
Encantada de conocer a un compañero más y agradecida por tus palabras. Es reconfortante encontrar un grupo con este interés por la escritura y la lectura. Se aprende siempre. Gracias. Un abrazo
Solo falta una música acorde a la escena. Me ha parecido el comienzo de una trama del género negro. La continúes o no, aquí está la primera secuencia. Saludos
Gracias. Veremos por dónde nos lleva la escritura…
Un saludo
Me encanta lo bien que has aprovechado las 250 palabras para hacernos una magnífica descripción llena de imágenes y dejarnos con la miel en los labios antes del «continuará». Magnífico micro. Felicidades.
Gracias Macondo. Veremos si soy capaz de darle un buen desenlace.
Saludos
Hello, estaba buscando un relato similar a este, me gusta cierta dosis de realismo, de historias «posibles» en el mundo real,
este relato, promete para ser ampliado en una esperada continuacion
Hola Hugo,
Sí, el realismo está garantizado, a tenor del desenlace que publicaré el próximo lunes.
No obstante, cada género tiene sus atractivos. Creo que no tengo muchas dotes para la ciencia ficción pero seguro que algún día me animo y lo intento.
Muchas gracias por tus comentarios.
Impresionante. Me encantó la manera en que narraste la angustia de la protagonista, el camino hacia el hospital y su llegada. Me alegra haber descubierto este blog. Buen microrrelato. Un abrazo.
Muchas gracias Cyn
Gracias por dedicarme esas palabras y por detenerte en mi blog. A los que nos gusta escribir siempre agradecemos conectar con otras almas interesadas por este infinito mundo.
En el caso de mi relato el desenlace lo publico el lunes.
Un abrazo y gracias
No se porqué intuyo algo trágico en este comienzo, pues lo antecede el luto. Por otro lado la presencia de ese policía apostado en la puerta puede crear una situación de historia pasada con algo de ilegalidad o violencia… pudieran ser muchas cosas para un continuará.
Encantado de conocerte.
un abrazo.
Hola Francisco,
Me alegra que conjetures con el final de la historia y efectivamente, tiene que ver con una de tus hipótesis. Te lo aclaro porque ya está publicado el desenlace final. Encantada también de conocerte. Un abrazo
Hola Matilde. Dejas muchas preguntas en el aire, como bien pude el reto de David, y haces que nos preguntemos la razón de esas inadecuadas medias, del miedo que parece está instalado en la protagonista,… De ese policía a las puertas de un moribundo.
Escribes con mucho gusto y elegancia. Te felicito.
Un saludo.
Has interpretado bien ese miedo, y mira que traté de ser sutil. En cualquier caso el desenlace está ya escrito y has navegado bien por la psicología de la protagonista. Gracias por tus palabras. Un abrazo