Guardianes de sueños
Imagen de GeorgeB2 en Pixabay
–Nada.
–¿Nada?
–Nada. ¿Cuestionas mi capacidad, Yu?
–Por supuesto que no, Zo. Inténtalo de nuevo, retira bien esa masa de materia muerta, a lo mejor interfiere en el contacto.
Zo apartó los largos mechones de cabello que caracoleaban por el rostro de la muchacha. Luego acercó los tres dedos palmípedos a las sienes, cuidándose bien de no tocar la piel.
–¿Para qué necesita semejante mata de pelo inútil? –receló.
–Pues para alojar a ese ejército de parásitos y larvas que tienen por todo el cuerpo. Forman parte de sus defensas –instruyó Yu.
En ese momento Selena realizó una leve contracción con la boca.
–¿Ves algo? –quiso saber Yu, alentado por el gesto.
–Nada. Es como si se hubiera borrado todo su futuro. Todo perdido.
–¡Hummmmmm…! –se desperezó Selena. Tenía los párpados encolados por las legañas, así que permaneció unos segundos bajo esa niebla soporífera que queda tras una larga noche de sueño. –¡Uahhhhhhhhh…! –aulló, cuando sus ojos enfocaron un rostro en forma de triángulo invertido con orejas élficas y enormes ojos blancos que se movían frenéticamente de arriba abajo, de derecha a izquierda, y viceversa, en una especie de esquizofrenia motora imposible de seguir.
Yu le tapó la boca para frenar el alarido y Selena se quedó pasmada mirando aquellos seres con plumas en las extremidades
–O dejas de gritar o te anulamos la voz ¿qué prefieres? –amenazó Yu, que parecía el extraterrestre al mando. Selena asintió con la cabeza. Estaba claro que tenía la pesadilla del siglo. Tal vez del milenio.
–¿Quiénes sois, parientes de Gollum? ¿Habéis venido a una sesión de estética? Ya lo siento, mi Epilady se atasca con las plumas.
–¿De qué habla, Yu? Mis archivos no localizan estas formas verbales.
–Selena hemos…
–¿Cómo sabes mi nombre? A ver –alzó la voz nuevamente la joven mirando al techo–, dónde está la cámara oculta. Alucino que lo flipas, en serio. El rollo “Encuentros en la 3ª fase” me encanta, pero os podíais haber currado un poco más a los marcianitos.
Selena observó detenidamente a aquellos seres y pensó que causaban más pena que miedo. Apenas levantaban un metro del suelo, eran barrigudos como los pitufos, pero desde luego ni tan simpáticos, ni pizca de azules. De hecho, tenían un color a muerto que daba lástima.
–Vale, acabemos con esto ¿quiénes sois y qué queréis?
–Somos tu… –arrancó Zo.
–Somos los guardianes del sueño –le interrumpió Yu.
Zo y Yu se miraron una décima de segundo, y luego siguió la explicación Yu.
–Estamos aquí porque queremos que vuelvas a soñar –dijo de forma solemne.
–¿Qué? ¿Pero de qué vais? ¿A soñar con qué, con quién, con E.T. el extraterrestre?
–¿Quién es ese, algún cuñado tuyo? –apuntó Zo, que parecía el poli bobo de los dos.
–Sí –se airó ella–. Vive con mi mascota Chewbacca y con mi primo segundo Mr. Spock. Cuando mi tío abuelo Asimov y mi tatarabuelo Julio Verne van a verlos a la Galaxia hacen unos fiestorros de la hostia… –ironizó Selena con soberbia.
–¡Callad de una vez los dos! –intercedió Yu tajante–. Selena, solo queremos que no tomes decisiones precipitadas, que no te rindas, que confíes en tus posibilidades…
–¿Pero qué clase de extraterrestres sois vosotros? ¿Venís a sermonearme? Si sois una nueva ocurrencia de Dios se lo debe estar pasando en grande con este experimento de aficionados –se mofó.
–¿Dios? ¿Quién es Dios?
–¡Hay qué joderse! –bramó Selena que, a sus diecisiete años, estaba en esa fase adolescente en que le sacaba de quicio que el mundo no se enterase una mierda de nada.
–Jovencita –censuró Yu muy serio–, puede que seas muy «bienleída» pero sin duda alguna eres muy «malhablada».
–Pareces una vieja gruñona con acné –apuntó Zo, exhibiendo sus dotes para el sarcasmo.
–¡Se acabó! –chilló ella fuera de sí–. Iros al puto infierno del que hayáis venido, con un poco de suerte allí el diablo os hablará de Dios. ¡Por favor, quiero despertar yaaaaa! –y comenzó a darse cabezazos contra la pared.
–¿Seguro que no nos hemos equivocado de humano? –preguntó Zo atónito.
–No seas estúpido –refutó Yu–. Es una impúber con las hormonas desbocadas. Está sufriendo el síndrome del solipsismo. Vamos a darle tiempo.
Entonces la habitación entró en una especie de bruma húmeda que dejó atontada a Selena hasta que, nuevamente, despertó.
–¡Vaya colocón de pesadilla! –susurró colocando la mano en la frente por el intenso dolor de cabeza.
Se levantó de la cama, se miró en el espejo y, mientras tocaba el extraño chichón que asomaba bajo el nacimiento del pelo, le dijo a su reflejo: «volveré a presentarme a la Selectividad».
Había decidido abandonar. Por tres décimas aquellos cabrones le habían impedido acceder a la carrera de ingeniería robótica. Creyó que todo estaba perdido, pero de pronto pensó que había tiempo para una nueva oportunidad.
***********
–¿A qué ha venido eso de guardianes del sueño? –le preguntaba Zo a Yu desde una dimensión paralela.
–Pareces tonto, Zo. Si le decimos que somos la versión 1 y 2 de su diseño Phantator y que ella será una de las líderes de la resistencia humana contra unos especímenes alienígenas del futuro, nos envía con los restos de Terminator 17 a la fiesta privada de sus parientes. Así hemos cumplido la misión.
–¿Y cuándo le diremos la verdad? –planteó Zo
–Tal vez en la próxima visita, Zo, cuando practique más sexo y menos violencia verbal, ya veremos…
Imagen de GeorgeB2 en Pixabay
–Nada.
–¿Nada?
–Nada. ¿Cuestionas mi capacidad, Yu?
–Por supuesto que no, Zo. Inténtalo de nuevo, retira bien esa masa de materia muerta, a lo mejor interfiere en el contacto.
Zo apartó los largos mechones de cabello que caracoleaban por el rostro de la muchacha. Luego acercó los tres dedos palmípedos a las sienes, cuidándose bien de no tocar la piel.
–¿Para qué necesita semejante mata de pelo inútil? –receló.
–Pues para alojar a ese ejército de parásitos y larvas que tienen por todo el cuerpo. Forman parte de sus defensas –instruyó Yu.
En ese momento Selena realizó una leve contracción con la boca.
–¿Ves algo? –quiso saber Yu, alentado por el gesto.
–Nada. Es como si se hubiera borrado todo su futuro. Todo perdido.
–¡Hummmmmm…! –se desperezó Selena. Tenía los párpados encolados por las legañas, así que permaneció unos segundos bajo esa niebla soporífera que queda tras una larga noche de sueño. –¡Uahhhhhhhhh…! –aulló, cuando sus ojos enfocaron un rostro en forma de triángulo invertido con orejas élficas y enormes ojos blancos que se movían frenéticamente de arriba abajo, de derecha a izquierda, y viceversa, en una especie de esquizofrenia motora imposible de seguir.
Yu le tapó la boca para frenar el alarido y Selena se quedó pasmada mirando aquellos seres con plumas en las extremidades
–O dejas de gritar o te anulamos la voz ¿qué prefieres? –amenazó Yu, que parecía el extraterrestre al mando. Selena asintió con la cabeza. Estaba claro que tenía la pesadilla del siglo. Tal vez del milenio.
–¿Quiénes sois, parientes de Gollum? ¿Habéis venido a una sesión de estética? Ya lo siento, mi Epilady se atasca con las plumas.
–¿De qué habla, Yu? Mis archivos no localizan estas formas verbales.
–Selena hemos…
–¿Cómo sabes mi nombre? A ver –alzó la voz nuevamente la joven mirando al techo–, dónde está la cámara oculta. Alucino que lo flipas, en serio. El rollo “Encuentros en la 3ª fase” me encanta, pero os podíais haber currado un poco más a los marcianitos.
Selena observó detenidamente a aquellos seres y pensó que causaban más pena que miedo. Apenas levantaban un metro del suelo, eran barrigudos como los pitufos, pero desde luego ni tan simpáticos, ni pizca de azules. De hecho, tenían un color a muerto que daba lástima.
–Vale, acabemos con esto ¿quiénes sois y qué queréis?
–Somos tu… –arrancó Zo.
–Somos los guardianes del sueño –le interrumpió Yu.
Zo y Yu se miraron una décima de segundo, y luego siguió la explicación Yu.
–Estamos aquí porque queremos que vuelvas a soñar –dijo de forma solemne.
–¿Qué? ¿Pero de qué vais? ¿A soñar con qué, con quién, con E.T. el extraterrestre?
–¿Quién es ese, algún cuñado tuyo? –apuntó Zo, que parecía el poli bobo de los dos.
–Sí –se airó ella–. Vive con mi mascota Chewbacca y con mi primo segundo Mr. Spock. Cuando mi tío abuelo Asimov y mi tatarabuelo Julio Verne van a verlos a la Galaxia hacen unos fiestorros de la hostia… –ironizó Selena con soberbia.
–¡Callad de una vez los dos! –intercedió Yu tajante–. Selena, solo queremos que no tomes decisiones precipitadas, que no te rindas, que confíes en tus posibilidades…
–¿Pero qué clase de extraterrestres sois vosotros? ¿Venís a sermonearme? Si sois una nueva ocurrencia de Dios se lo debe estar pasando en grande con este experimento de aficionados –se mofó.
–¿Dios? ¿Quién es Dios?
–¡Hay qué joderse! –bramó Selena que, a sus diecisiete años, estaba en esa fase adolescente en que le sacaba de quicio que el mundo no se enterase una mierda de nada.
–Jovencita –censuró Yu muy serio–, puede que seas muy «bienleída» pero sin duda alguna eres muy «malhablada».
–Pareces una vieja gruñona con acné –apuntó Zo, exhibiendo sus dotes para el sarcasmo.
–¡Se acabó! –chilló ella fuera de sí–. Iros al puto infierno del que hayáis venido, con un poco de suerte allí el diablo os hablará de Dios. ¡Por favor, quiero despertar yaaaaa! –y comenzó a darse cabezazos contra la pared.
–¿Seguro que no nos hemos equivocado de humano? –preguntó Zo atónito.
–No seas estúpido –refutó Yu–. Es una impúber con las hormonas desbocadas. Está sufriendo el síndrome del solipsismo. Vamos a darle tiempo.
Entonces la habitación entró en una especie de bruma húmeda que dejó atontada a Selena hasta que, nuevamente, despertó.
–¡Vaya colocón de pesadilla! –susurró colocando la mano en la frente por el intenso dolor de cabeza.
Se levantó de la cama, se miró en el espejo y, mientras tocaba el extraño chichón que asomaba bajo el nacimiento del pelo, le dijo a su reflejo: «volveré a presentarme a la Selectividad».
Había decidido abandonar. Por tres décimas aquellos cabrones le habían impedido acceder a la carrera de ingeniería robótica. Creyó que todo estaba perdido, pero de pronto pensó que había tiempo para una nueva oportunidad.
***********
–¿A qué ha venido eso de guardianes del sueño? –le preguntaba Zo a Yu desde una dimensión paralela.
–Pareces tonto, Zo. Si le decimos que somos la versión 1 y 2 de su diseño Phantator y que ella será una de las líderes de la resistencia humana contra unos especímenes alienígenas del futuro, nos envía con los restos de Terminator 17 a la fiesta privada de sus parientes. Así hemos cumplido la misión.
–¿Y cuándo le diremos la verdad? –planteó Zo
–Tal vez en la próxima visita, Zo, cuando practique más sexo y menos violencia verbal, ya veremos…
Divertido. Sólo un detalle: en literatura los números deben expresarse en letras. Por lo demás, muy bien escrito y disfrutable.
Muchas gracias Álex
Un abrazo
Como el payador perseguido «Con permiso via adentrar //aunque no soy convidao…».
Lo hago más que nada por el categórico «deben» y hago mi aportación :
Según la RAE:
También debemos utilizar las cifras para expresar cantidades o números en los siguientes casos:
[…]
10 – Los números pospuestos al sustantivo al que se refieren (expresado o no mediante abreviatura) usados para identificar un elemento concreto dentro de una serie.
Y de cualquier modo . en esta consulta a Fundeu https://www.fundeu.es/consulta/escritura-de-numeros-31790/ se concluye :
«De todas formas, esto no deja de ser una recomendación; lo verdaderamente importante es fijar un criterio y evitar incoherencias en un mismo texto.».
Y en lo que no hay ninguna duda, en este texto concreto es que la autora hace un despliegue de coherencia en su narración.
Queda dicho todo lo anterior EnMiDespreciableOpinion (EMDO) y más que nada con el matiz mencionado de suavizar la obligación ineludible del «deben».
Con mis respetos, reciba un cordial saludo
Hola Javier
No conocía la copla tan maravillosa a la que aludes. Google me ha la mostrado:
Aunque mucho he padecido/ No me engrilla la prudencia.
Es una falsa experiencia/ Vivir temblándole a todo.
Cada cual tiene su modo;/ La rebelión es mi ciencia.
Pobre nací y pobre vivo/ Por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao/ Cinchando tuitos parejos
Pa’ hacer nuevo lo que es viejo/ Y verlo al mundo cambiao…
¡Maravilloso!
Y dicho esto, te agradezco la aportación (aunque no fueras «convidao»…) Recuerdo que en la Universidad nos explicaron (hace ya tanto que igual está caduco) que para transmitir la información, los números de un solo dígito era mejor expresarlos en letra y, a partir de dos dígitos, en número, porque facilita la comprensión. Sin embargo, Álex matizaba «en literatura», así que me quedó pendiente comprobarlo y corregirlo y, sinceramente, lo había olvidado. Así que gracias por la aclaración. Siempre es bueno recurrir a la RAE cuando tenemos dudas.
Puedes aparecer cuando gustes con nuevas coplas.
Un abrazo
En el caso de la edad, cabe la sugerencia de que tal vez quede mejor «doce» que 12.
En los otros casos son números pospuestos al sustantivo EMDO
Un abrazo
Corregido.
Gracias
Hola, Matilde! Me ha encantado tu relato, maravilloso! Esa combinación de ciencia-ficción con religión, hormonas, cine, literatura…tal como ocurre en las pesadillas que nuestro cerebro lo mezcla todo, jajaja. Estupendo giro final, sorpresa total, cuando creemos que hemos llegado al final y que todo ha sido un sueño, resulta que nos sorprendes con otro final sorprendente, no me lo esperaba. Enhorabuena! Saludos!
Hola Mayte
Muchas gracias por pasarte y dedicarme tan generoso comentario. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
¡Hola, Matilde! Un relato delicioso. Divertido encuentro que, además, repasa buena parte de los iconos de la CiFy con un buen número de referencias peliculeras y noveleras de principio a fin. Un final, por cierto, sensacional con la inclusión de ese viaje en el Tiempo, que nos lleva a la paradoja de qué es la causa y qué el efecto.
Un relato que le sacaría una sonrisa al mismísimo señor Spock. Un lujo para el homenaje a Wells y al subgénero de los extraterrestres. ¡Larga vida y prosperidad!
Hola David,
Bueno, reconozco que he envuelto el relato en cierta vis cómica por mi falta de pericia en este registro. Al final solo he pretendido hacer un pequeño homenaje al género desde mi más profundo pero respetuoso desconocimiento.
Muchas gracias por tus palabras
Hola, Matilde. Vaya con tus curiosos extraterrestres que no supieron escoger el momento adecuado para presentarse a su protegida. Es como abrir los ojos y encontrarse a los teleñecos haciendo chistes de uno, no me extraña que Selena se pensara que eran de broma. Un cuadro de entremés cómico futurista es el que nos presentas con un diálogo casi hilarante, por parte de los aliens, sazonado de los improperios de ella. Saludos ???
Sí, curiosos, torpes y puede que hasta entrañables.
Gracias por tus palabras
Buenos días, Matilde. Ya se te echaba de menos.
Divertido, ágil, fresco, chispeante, imaginativo… puedo seguir nombrando cualidades ¿eh?
Qué bien retrataste a Selena y la adolescencia tardía de sus rebeldes 17 añitos.
Y como sin querer la cosa, has hecho un repaso por series y autores de la época, y de paso aprendí una palabreja “solipsismo”.
Gracias por este regalo. Un cariñoso abrazo, compañera.
Hola Isabel,
Encantada de verte y leerte por aquí. Me siento a una distancia sideral, incluso cósmica (je, je…) de muchos de los compañeros que se mueven a placer en este género, pero me ha gustado probar y experimentar.
Gracias por pasarte.
Un abrazo
Fantástico, Matilde. Un relato ingenioso y muy divertido. Me ha gustado mucho el tono y esa vuelta de tuerca final. Muy buena historia. Felicidades.
Muchas gracias, Marta
Un abrazo
Muy buen relato, muy divertido. Se lee con mucha facilidad y me encanta al final cómo se devela la verdad sobre los dos seres extraños venidos del futuro. Saludos.
Muchas gracias Ana
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Jajajajaja, qué manera más ingeniosa de decir que la chiquilla está mal follada. Pero en fin, con diecisiete años seguro que le aguarda un futuro sexual glorioso y antes de que roce la treintena, su expresión oral será música angelical.
Muy agudo, je, je…¿Estás insinuando que debe esperar la chiquilla hasta la treintena para sentirse sexualmente satisfecha….? ¡Caray!!!
Gracias por tus comentarios.
Hola, Matilde. Me ha encantado este relato. Divertido, con una adolescente bien dibujada y un movimiento en el tiempo muy interesante. Lástima que no entre en concurso.
Un abrazo.
Gracias Isan
Un placer leer tus comentarios.
Un abrazo
Hola, Matilde. Venía con intención de disfrutar de tu relato y ¡válgame Dios que así lo he hecho! Es una historia divertida de cabo a rabo, en la que mediante unos diálogos, por momentos hilarantes, consigues caracterizar a los tres personajes de tu historia. Y tú con ellos consigues dos objetivos:
—“Hablar, más que cualquier otro rasgo, expresa nuestra humanidad.”
—“El diálogo dramatizado tiene el poder de unir dos reinos tácitos: la vida interior de un personaje y la vida interior del lector/público”
Estás dos afirmaciones son de Robert Mackee, uno de los maestros del guión y por extensión de los buenos diálogos. Y te puedo asegurar que las veo plenamente realizadas en tu relato.
Por otro lado los elementos propios de la ciencia ficción están muy bien elaborados y estructurados, lo que luce aún más el relato.
Excelente trabajo, me ha gustado mucho. Y por cierto, se merecía una oportunidad en el concurso.
Un abrazo.
Hola Carles,
Esto sí que es un comentario de lujo. No conocía las declaraciones del maestro del guion pero estoy completamente de acuerdo, los diálogos nos permiten conectar con el lector, crear esa complicidad a veces tan difícil solo con el recurso de una voz narrativa.
En este caso debo confesar que me «refugié» en un diálogo con vis cómica para camuflar mi falta de imaginación para crear algo «serio» y meridianamente creíble. Es por ello que me están asombrando muchos de los relatos del concurso, por la verosimilitud que sois capaces de dar a textos totalmente surrealistas. Así que con mi propuesta solo he querido hacer un modestísimo homenaje al género nombrando a algunos de sus referentes.
En todo caso, Carles, sinceramente agradecida por tus palabras.
Intrigante. Es un relato muy bien llevado, y que nos deja en medio de «algo» que ya paso en el futuro.
Me ha divertido muchísimo la dinámica entre Zo y Yu. T e ha sobrado imaginación.
Hola Casagrande,
Precisamente ese «algo que ya pasó en el futuro» como muy bien dices refleja que no he aportado mucho, imaginativamente hablando, en cuanto a proponer un argumento novedoso. Pero te agradezco sinceramente el comentario y me alegra saber que has pasado un buen rato con los diálogos.
Un abrazo
Hola Matilde. Estupendo relato, divertido e ingenioso, con dos personajes que me han recordado a Epi y Blas por un momento, o a los R2D2 y C3PO de la Guerra de las Galaxias. Diálogos amenos y fluidos, y un final a lo Terminator, muy ingenioso y totalmente inesperado.Una pena que no esté en la sección oficial del concurso. Un saludo!
Hole Jorge,
Me has pillado con lo de Epi y Blas….je, je…
Mucha suerte en el concurso y gracias miles por tus palabras.
Un abrazo
Hola, Matilde. ¿Qué tal? Vaya relato más cínico y gracioso a la par que divertido y con el justo toque de seriedad que le da a la trama mayor valor. Y todo a golpe de diálogo, con unas voces muy bien diferenciadas a pesar de haber tres conferenciantes. Me gustó mucho. Me alegra que hayas podido lanzar un relato, aunque fuera fuera de concurso.
Un abrazo!
Hola, Pepe:
Siempre resultan interesantes los retos que nos propone David. No me siento muy cómoda en este registro pero no quería dejar de intentarlo.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo
“Ni tan Mal”
Como siempre: ingeniosa, atrevida, divertida y brillante.
Muchas gracias guapa!
Hola, Matilde. Te sigo desde que me encontré cara a cara con Lucía, cuyas aventuras sigo con atención, y te diré que me has sorprendido con este relato de tintes fantásticos. Indudablemente, tu firma está en cada una de las líneas, con esos diálogos agudos y divertidos a los que nos tienes acostumbrado, pero has sabido resolver muy bien el reto de David. Lástima que no esté en la «sección oficial».
Un abrazo y felicidades.
¿Qué tal Bruno?
Tengo a mi Lucía haciendo meditación pacientemente por haberla dejado plantada en mitad de su historia. Espero ponerme con ella en breve.
Te agradezco tus palabras. Me ha gustado probar este registro, aunque obviamente no es lo mío. Estáis haciendo un trabajo fantástico y ya estoy deseando ver si los ganadores son los que yo hubiera elegido.
¡Mucha suerte!
Me gusta el relato. La Ciencia ficción o la Fantasía o la Ci-Fi o …lo que sea, no tienen por qué ser refugio de escogido grupos de iniciados en el conocimiento de sustancias y matices increíbles. Para que el lector se agarre a una historia de ficción que siempre será increíble por sí misma , la historia debe ser verosímil. Esa es la clave a resolver cada vez que escribimos: «que cada vez que relatemos algo increíble, sea verosímil, o lo que es lo mismo que los elementos que se utilizan tengan congruencia dentro del marco en el que los mostramos».
Ahí entra el manejo de la técnica para que lector vaya cómodo y llegue hasta el final acompañado por la voz narrativa en la cual confía.
Pues bien, me gusta mucho el relato porque es una exhibición de cómo utilizar los elementos básicos del argumento, la trama, los personajes etc para disfrutar de historia muy verosímil, en ese espacio de universos multidimensionales que propones.
Gracias por el aporte. Enhorabuena, Matilde. Un abrazo y salud
Hola de nuevo, Javier:
Estoy de acuerdo contigo, la verosimilitud es la clave, independientemente de lo que hables, y crear esa apariencia de verdad me parece sumamente difícil en este género, al menos en torno a una de esas historias serias. En referencia a lo que dices de que los relatos de CF no tienen por qué ser refugio de iniciados en el conocimiento de la materia…, supongo que tienes razón, escribir, podemos escribir de todo lo que nuestra fantasía quiera imaginar, pero hay que documentarse para lograr esa verosimilitud. Y ahora descubro mi falta: no tenía mucha inquietud por investigar. De modo que
el humor me ha servido para «escaparme» de la dificultad…
En todo caso, agradecida por tu comentario (por tus comentarios) que siempre leo con mucho interés.
Un abrazo compañero