Soy Julia

por | Mar 15, 2021 | Ficción | 43 Comentarios

Julia Conesa

¡Presidenta, presidenta, …!

Julia escuchaba los vítores apoyándose en su bastón con la misma firmeza con la que siempre defendió sus convicciones.  Sus 98 años apenas le parecían un suspiro.

Al menos era verano, pensaba en aquel Madrid de 1939. Podía dormir al raso, o entre las ruinas de edificios agonizantes por la guerra. Fabián, el hermano pequeño de Martina, le dio el chivatazo: Julia, lárgate, se han llevado a mi hermana. Están deteniendo a las modistas.

Le dio un beso a su madre. Diles que no sabes nada hasta que todo pase.

Pero no pasó. Fue vagabunda, ladrona y muerta de hambre.  Una menesterosa de 19 años perdida en el limbo hasta que, el 5 de agosto, el fusilamiento de sus 12 amigas la rompió en dos y decidió huir.  Llegó a Barcelona camuflada en un camión y desde allí se sumó a las marchas de centenares de personas hacia Francia. El exilio no fue ni más fácil, ni hubo menos odio, ni más libertad. Solo hizo grandes sus ideales. Sobrevivió.

A su regreso, en 1965, dejó una promesa en la tapia del cementerio. Soy Julia, les dijo, he vuelto; luego se armó de paciencia. Doce años después era elegida presidenta del gobierno en las primeras elecciones democráticas.

¡Señoras y señores, un aplauso para Julia Conesa Conesa en el 40 aniversario de su mandato! La ovación la sacó de sus tribulaciones. Clavó la vista en la primera fila; allí, junto a su familia, el viejo Fabián aplaudía emocionado.

Punto Jonbar

Como ya habréis deducido el punto Jonbar arranca en la hipótesis de la NO detención de Julia Conesa Conesa, una de las 13 rosas fusiladas el 5 de agosto de 1939.

No he querido dar demasiados datos históricos en el relato por centrarme más en el desarrollo del personaje, pero el contexto histórico sería el siguiente:

El 29 de julio de 1939, Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y su chófer, fueron asesinados en Talavera de la Reina en un atentado atribuido a tres militantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). En esa fecha las 13 rosas llevaban detenidas y encarceladas ya casi dos meses, desde mayo, pero se las culpó igualmente.

En el Consejo de Guerra que se celebró el 3 de agosto fueron juzgados 57 miembros de las JSU y se dictaron 56 penas de muerte, (entre ellas las 13 rosas). Su único delito fue militar en las juventudes socialistas.

El 5 de agosto de 1939 las 13 rosas eran fusiladas en la tapia del cementerio del Este, actual cementerio de la Almudena de la capital. 

¿Y si Julia (quien dice Julia, dice cualquiera de las 13 rosas ejecutadas) se hubiera salvado? ¿Y si hubiera podido desarrollar una carrera política en democracia y libertad?…

Nota: El personaje de Fabián es inventado. De hecho, el verdadero hermano de Martina, Luis, cayó en combate en diciembre de 1938 en el Frente de Cataluña.

Julia Conesa

¡Presidenta, presidenta, …!

Julia escuchaba los vítores apoyándose en su bastón con la misma firmeza con la que siempre defendió sus convicciones.  Sus 98 años apenas le parecían un suspiro.

Al menos era verano, pensaba en aquel Madrid de 1939. Podía dormir al raso, o entre las ruinas de edificios agonizantes por la guerra. Fabián, el hermano pequeño de Martina, le dio el chivatazo: Julia, lárgate, se han llevado a mi hermana. Están deteniendo a las modistas.

Le dio un beso a su madre. Diles que no sabes nada hasta que todo pase.

Pero no pasó. Fue vagabunda, ladrona y muerta de hambre.  Una menesterosa de 19 años perdida en el limbo hasta que, el 5 de agosto, el fusilamiento de sus 12 amigas la rompió en dos y decidió huir.  Llegó a Barcelona camuflada en un camión y desde allí se sumó a las marchas de centenares de personas hacia Francia. El exilio no fue ni más fácil, ni hubo menos odio, ni más libertad. Solo hizo grandes sus ideales. Sobrevivió.

A su regreso, en 1965, dejó una promesa en la tapia del cementerio. Soy Julia, les dijo, he vuelto; luego se armó de paciencia. Doce años después era elegida presidenta del gobierno en las primeras elecciones democráticas.

¡Señoras y señores, un aplauso para Julia Conesa Conesa en el 40 aniversario de su mandato! La ovación la sacó de sus tribulaciones. Clavó la vista en la primera fila; allí, junto a su familia, el viejo Fabián aplaudía emocionado.

Punto Jonbar

Como ya habréis deducido el punto Jonbar arranca en la hipótesis de la NO detención de Julia Conesa Conesa, una de las 13 rosas fusiladas el 5 de agosto de 1939.

No he querido dar demasiados datos históricos en el relato por centrarme más en el desarrollo del personaje, pero el contexto histórico sería el siguiente:

El 29 de julio de 1939, Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y su chófer, fueron asesinados en Talavera de la Reina en un atentado atribuido a tres militantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). En esa fecha las 13 rosas llevaban detenidas y encarceladas ya casi dos meses, desde mayo, pero se las culpó igualmente.

En el Consejo de Guerra que se celebró el 3 de agosto fueron juzgados 57 miembros de las JSU y se dictaron 56 penas de muerte, (entre ellas las 13 rosas). Su único delito fue militar en las juventudes socialistas.

El 5 de agosto de 1939 las 13 rosas eran fusiladas en la tapia del cementerio del Este, actual cementerio de la Almudena de la capital. 

¿Y si Julia (quien dice Julia, dice cualquiera de las 13 rosas ejecutadas) se hubiera salvado? ¿Y si hubiera podido desarrollar una carrera política en democracia y libertad?…

Nota: El personaje de Fabián es inventado. De hecho, el verdadero hermano de Martina, Luis, cayó en combate en diciembre de 1938 en el Frente de Cataluña.

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Matilde Bello

Matilde Bello

Periodista y escritora

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