Soy Julia
¡Presidenta, presidenta, …!
Julia escuchaba los vítores apoyándose en su bastón con la misma firmeza con la que siempre defendió sus convicciones. Sus 98 años apenas le parecían un suspiro.
Al menos era verano, pensaba en aquel Madrid de 1939. Podía dormir al raso, o entre las ruinas de edificios agonizantes por la guerra. Fabián, el hermano pequeño de Martina, le dio el chivatazo: Julia, lárgate, se han llevado a mi hermana. Están deteniendo a las modistas.
Le dio un beso a su madre. Diles que no sabes nada hasta que todo pase.
Pero no pasó. Fue vagabunda, ladrona y muerta de hambre. Una menesterosa de 19 años perdida en el limbo hasta que, el 5 de agosto, el fusilamiento de sus 12 amigas la rompió en dos y decidió huir. Llegó a Barcelona camuflada en un camión y desde allí se sumó a las marchas de centenares de personas hacia Francia. El exilio no fue ni más fácil, ni hubo menos odio, ni más libertad. Solo hizo grandes sus ideales. Sobrevivió.
A su regreso, en 1965, dejó una promesa en la tapia del cementerio. Soy Julia, les dijo, he vuelto; luego se armó de paciencia. Doce años después era elegida presidenta del gobierno en las primeras elecciones democráticas.
¡Señoras y señores, un aplauso para Julia Conesa Conesa en el 40 aniversario de su mandato! La ovación la sacó de sus tribulaciones. Clavó la vista en la primera fila; allí, junto a su familia, el viejo Fabián aplaudía emocionado.
Punto Jonbar
Como ya habréis deducido el punto Jonbar arranca en la hipótesis de la NO detención de Julia Conesa Conesa, una de las 13 rosas fusiladas el 5 de agosto de 1939.
No he querido dar demasiados datos históricos en el relato por centrarme más en el desarrollo del personaje, pero el contexto histórico sería el siguiente:
El 29 de julio de 1939, Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y su chófer, fueron asesinados en Talavera de la Reina en un atentado atribuido a tres militantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). En esa fecha las 13 rosas llevaban detenidas y encarceladas ya casi dos meses, desde mayo, pero se las culpó igualmente.
En el Consejo de Guerra que se celebró el 3 de agosto fueron juzgados 57 miembros de las JSU y se dictaron 56 penas de muerte, (entre ellas las 13 rosas). Su único delito fue militar en las juventudes socialistas.
El 5 de agosto de 1939 las 13 rosas eran fusiladas en la tapia del cementerio del Este, actual cementerio de la Almudena de la capital.
¿Y si Julia (quien dice Julia, dice cualquiera de las 13 rosas ejecutadas) se hubiera salvado? ¿Y si hubiera podido desarrollar una carrera política en democracia y libertad?…
Nota: El personaje de Fabián es inventado. De hecho, el verdadero hermano de Martina, Luis, cayó en combate en diciembre de 1938 en el Frente de Cataluña.
¡Presidenta, presidenta, …!
Julia escuchaba los vítores apoyándose en su bastón con la misma firmeza con la que siempre defendió sus convicciones. Sus 98 años apenas le parecían un suspiro.
Al menos era verano, pensaba en aquel Madrid de 1939. Podía dormir al raso, o entre las ruinas de edificios agonizantes por la guerra. Fabián, el hermano pequeño de Martina, le dio el chivatazo: Julia, lárgate, se han llevado a mi hermana. Están deteniendo a las modistas.
Le dio un beso a su madre. Diles que no sabes nada hasta que todo pase.
Pero no pasó. Fue vagabunda, ladrona y muerta de hambre. Una menesterosa de 19 años perdida en el limbo hasta que, el 5 de agosto, el fusilamiento de sus 12 amigas la rompió en dos y decidió huir. Llegó a Barcelona camuflada en un camión y desde allí se sumó a las marchas de centenares de personas hacia Francia. El exilio no fue ni más fácil, ni hubo menos odio, ni más libertad. Solo hizo grandes sus ideales. Sobrevivió.
A su regreso, en 1965, dejó una promesa en la tapia del cementerio. Soy Julia, les dijo, he vuelto; luego se armó de paciencia. Doce años después era elegida presidenta del gobierno en las primeras elecciones democráticas.
¡Señoras y señores, un aplauso para Julia Conesa Conesa en el 40 aniversario de su mandato! La ovación la sacó de sus tribulaciones. Clavó la vista en la primera fila; allí, junto a su familia, el viejo Fabián aplaudía emocionado.
Punto Jonbar
Como ya habréis deducido el punto Jonbar arranca en la hipótesis de la NO detención de Julia Conesa Conesa, una de las 13 rosas fusiladas el 5 de agosto de 1939.
No he querido dar demasiados datos históricos en el relato por centrarme más en el desarrollo del personaje, pero el contexto histórico sería el siguiente:
El 29 de julio de 1939, Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y su chófer, fueron asesinados en Talavera de la Reina en un atentado atribuido a tres militantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). En esa fecha las 13 rosas llevaban detenidas y encarceladas ya casi dos meses, desde mayo, pero se las culpó igualmente.
En el Consejo de Guerra que se celebró el 3 de agosto fueron juzgados 57 miembros de las JSU y se dictaron 56 penas de muerte, (entre ellas las 13 rosas). Su único delito fue militar en las juventudes socialistas.
El 5 de agosto de 1939 las 13 rosas eran fusiladas en la tapia del cementerio del Este, actual cementerio de la Almudena de la capital.
¿Y si Julia (quien dice Julia, dice cualquiera de las 13 rosas ejecutadas) se hubiera salvado? ¿Y si hubiera podido desarrollar una carrera política en democracia y libertad?…
Nota: El personaje de Fabián es inventado. De hecho, el verdadero hermano de Martina, Luis, cayó en combate en diciembre de 1938 en el Frente de Cataluña.
Una ucronía perfecta, Matilde. Me ha encantado el tono del micro y el personaje. La historia que pudo ser y, como tantas, quedó truncada…
Así es. La historia de tantas mujeres y, en este caso, también, tantos hombres represaliados por la ley de la tiranía. Me he dado el gustazo de imaginarla presidenta del gobierno…. No me he podido resistir
Un abrazo Marta
Hola, Matilde. Me ha encantado y emocionado el merecido homenaje que haces a las Trece Rosas, víctimas de la barbarie. Una ucronía muy bien elaborada. Te felicito. Un abrazo.
Gracias Isan,
La oportunidad que nos da David con estos relatos «ucrónicos» abre posibilidades tan amplias como todos los relatos que se están presentando, con miles de historias preciosas alrededor.
Muchas gracias
Hola, muy bien hecha tu ucronía, y la verdad ojalá hubiera pasado. Es de esas cosas que uno sí hubiera querido que sucedieran. La narración impecable. Saludos.
Muchas gracias Ana
Un abrazo
Hola, Matilde. ¡Ay la dichosa guerra y la estela que dejó a su paso! Parece mentira que se sucedieran tales atrocidades, y parece que seguimos sin entenderlo, o por lo menos eso dice la tele. Muy buena ucronía, con una narración envidiable y un punto de vista original y muy bien plasmado. Se palpa la tensión del momento y la alegría postrera al regreso a la patria en ese «¿y si…?» tan esperanzador.
Un abrazo.
Hola Pepe,
Muchas gracias siempre por tus atentos comentarios. El trágico suceso de las 13 rosas debería estudiarse como esos hechos postguerristas que se llevaron a cabo por su valor «ejemplarizante» para someter a la población y mantenerla silenciada. Deberíamos tenerlo en la memoria ante las tentaciones «tiránicas» y absolutistas que parece vuelven a estar de moda en la actualidad.
¡Hola, Matilde!
Leyendo tu sugerente ucronía narrada con un estilo impecable y donde se palpa la convulsión de tan crítico episodio histórico y las vicisitudes que rodearon a tu espléndido personaje, no he podido por menos que asociarlo a otro muy próximo a ella, se trata de otra inolvidable miliciana que sí tuvo la suerte de exiliarse desde el puerto de Alicante y regresar un 13 de mayo de 1977 entre vítores y aplausos de españoles que la esperaban emocionados en el aeropuerto de Barajas. Supongo que ya habrás adivinado que estoy refiriéndome a Dolores Ibárruri, más conocida como la «Pasionaria».
¡Fantástico! Un abrazo.
Hola Estrella
Por supuesto la Pasionaria fue todo un simbolo de la resistencia republicana durante la guerra civil, aunque ella sí llegó hasta los noventa y tantos años.
Un placer tenerte por aquí.
Gracias por tu comentario Estrella y un fuerte abrazo
¡Hola, Matilde! Como toda excelente ucronía, no solo nos muestras en el texto las consecuencias de lo que sucedió en tu punto Jonbar, sino que, además, nos refrescas un hecho histórico, con lo que ello es una excelente invitación a profundizar en él. Como micro, excelente. Has sabido contar una historia sin necesidad de conocimientos previos de la misma, con un personaje que destila nostalgia y pena por aquellos que fueron asesinados. Casi atisbo un sentimiento de culpa, ¿por qué yo no fui una de ellas? ¿Por qué ellas murieron y yo he alcanzado la presidencia? De paso, nos adentras en una época, la de la Transición, donde había políticos de verdad, y no la banda que tenemos ahora… pero ese es otro tema, ja, ja, ja. Un fuerte abrazo!
Sí, tienes razón David. El personaje destila cierto sentimiento de culpa por haber escapado de la barbarie que he supuesto inevitable en una situación tan dramática.
Y también tienes razón, bajo mi punto de vista, en que los políticos que tuvimos en la transición eran de aquellos que de verdad ponían por delante lo colectivo, y su vocación de servicio público, antes que cualquier ambición personal o de partido. Actualmente solo miran por su proyección personal, y en esto da igual mirar a izquierda o derecha.
Muchas gracias David
Hola Matilde. Bonita ucronía sobre un pedazo muy triste de nuestra historia. Si una guerra es mala, no puede haber una peor que la civil, que enfrenta a hermanos, amigos y conocidos por el mero hecho de encontrarse a un lado u otro de la trinchera. cicatrices que no curan, ni se curarán, cuando aún hay tantos que defienden el día del Alzamiento Nacional y sus consecuencias.
Un abrazo enorme.
Hola Bruno,
Por eso me parece tan importante mantener viva la memoria y sobre todo para no cometer los mismos errores. La violencia nunca debería ser una opción. Mucho menos entre hermanos, como bien dices.
Un abrazo y gracias por pasarte y comentar.
Si Julia pudiera leer este pedacito de historia, estaría muy orgullosa de mujeres como tú. Que por un lado son capaces de mantener viva su memoria y además, por un instante, cambiar ese pedazo triste de nuestra historia, dandole esa nueva oportunidad siendo presidenta del gobierno.
BRAVA Mati.
Gracias Rosa,
Son pequeños gustazos que nos podemos permitir al escribir. Defender la memoria de quienes nos precedieron nos ayuda a mirar al futuro con más perspectiva, y sobre todo con el aprendizaje necesario para no volver a tropezar.
Siempre un placer leer tus comentarios
Un abrazo
Cuando lees todo y vuelves arriba para mirar la foto… No solo has salvado una vida, has salvado en tu relato mucho más. Me ha encantado. Un saludo.
Muchas gracias RR
Un placer tenerte por aquí. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo
Hola Matilde, un micro potente ante una historia que no conozco, pero que llega hondo al leerte.
Excelente la forma en que desarrollas los hechos y lo sensiblemente narrado que están. Una pena que no se pueda revivir ni siquiera una de tantas «Julia» que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, y que han sido acribilladas y apagadas sus voces sin permitirles siquiera, el placer de un ultimo grito de libertad…
Matilde, me encantó leerte.
Hola Idalia
Bueno, la historia de las 13 rosas en España es una de las crónicas negras de la etapa franquista, justo al finalizar nuestra guerra civil. Los países que hemos sufrido dictaduras deberíamos hacer un esfuerzo pedagógico para que los hechos no se diluyan sin más y nos sirvan para no repetir los mismos errores.
Muchísimas gracias por pasarte y dejar tu comentario.
Un abrazo
Hola Matilde
Excelente ucronía, y una de las pocas que he leído en la que se describen las consecuencias del cambio histórico, en este caso la supervivencia de Julia, en un futuro hipotético, nada más y nada menos que su ascensión a la presidencia del gobierno. A mi modo de ver los detalles que se dan en el relato son más que suficientes para identificar el momento histórico, más teniendo en cuenta la limitación de espacio. Muy bien narrado y adecuadamente escogidos los momentos en los que el relato viaja adelante y atrás en el tiempo. Me ha gustado mucho. Un saludo.
Hola Jorge,
Muchas gracias por tu generoso comentario.
La verdad es que no pude resistirme a detenerme en el cambio histórico sin más. Le quise dar a Julia Conesa una vida literaria digna, ya que la real se truncó trágicamente con solo 19 años. Condensar en 250 palabras todo un recorrido vital tal vez ha sido un poco pretencioso por mi parte, pero construí el relato en mi cabeza con esa idea y hasta que no salió no lo publiqué.
Gracias de nuevo por pasarte y comentar.
Un abrazo
¡Magnífico! Me ha llegado a lo más hondo, Matilde.
Quien se iba a imaginar que esa modistilla, como tantas otras asesinadas de esas trece jóvenes rosas iba a llegar a Presidenta. La triste realidad es que la fusilaron, y que horas antes escribió una carta a su madre de despedida,que decía: « que mi nombre no se borre en la historia”. Tú has aportado un granito para que esto no ocurra, recordándola a ella y sus compañeras.
Un sentido abrazo, Matilde
En esa carta, precisamente, me inspiré para crear esta ucronía propuesta por David, así como un relato paralelo «Pespuntes de memoria» que he escrito partiendo del mismo suceso histórico, pero que discurre con otros personajes y en el que si aparece la realidad de Julia Conesa fusilada.
En fin, la memoria siempre es buena consejera.
Gracias por pasarte por aquí y comentar Isabel.
Un fuerte abrazo
Aquí me tienes, igual que Fabián, aplaudiendo a rabiar a Julia, a tu relato y a su autora. Enhorabuena. Una ucronía emotiva e indicio claro de lo que aún queda por reparar.
Me ha gustado el relato, un abrazo.
Muchas gracias Carles.
Un abrazo
Me ha gustado mucho tu punto jonbar. La historia de las trece rosas es en sí misma desgarradora; como muchos de los sucesos acaecidos durante la guerra civil. Nos dejas ese puntito de esperanzadora salida de una de las integrantes de este grupo de condenadas injustamente.
Un abrazo.
Gracias por pasar y dejar tu comentario Francisco. Lo que suelen enseñar en las escuelas es que a la historia hay que mirar siempre para aprender, no solo para saber. Ojalá nunca vuelva a repetirse nada parecido.
Un abrazo
Una ucronía triste muy bien llevada a un momento de la historia donde Julia pasó mil peripecias y al final llego a presidenta: La historia de las trece rosas en tu caso donde al final una de ellas logró salvarse.
Un abrazo Matilde
Gracias Puri, por pasar y valorar.
Un fuerte abrazo
¡Me ha encantado! Desconocía el nombre de la protagonista, no me sonaba de nada, pero en cuanto salió lo de las modistas y «sus 12 compañeras» ahí ya lo pillé: una de las 13 rosas. Esta versión alternativa me gusta mucho más que la de verdad.
Un genial relato.
Un abrazo.
P.D. Paso todos los días por la Avenida de las Trece Rosas y no puedo evitar mirar hacia la tapia donde las fusilaron.
Si, a mí también me gusta más esta versión alternativa. Me he permitido el lujo de regalarle un vida más que digna.
Muchísimas gracias por pasar y dejar el comentario.
PD La próxima vez que pases por la tapia envía un respetuoso recuerdo de mi parte. Yo vivo en Barcelona, así que no puedo hacerlo directamente.
Un abrazo
Me gusta esta ucronia, un buen homenaje ya que no deben ser olvidadas ni ignoradas en la Ley de Memoria Histórica.
La verdad que la estupidez humana no tiene límites. ?
Gracias Yessy
Lo peor de la estupidez humana es que somos capaces de repetir los mismos errores simplemente por no querer aprender de los errores. Ojalá podamos avanzar sin cometerlos de nuevo.
Un abrazo
Hola, Matilde. Me ha parecido una historia muy bellamente contada. No conocía los hechos, lo de las trece rosas le aporta a la vez que tragedia, poesía. ¿Qué hubiera pasado si la estupidez humana se hubiera detenido? ¿Qué hubiera pasado si la tolerancia hubiera tomado su lugar? Preguntas que nos hacemos en todos lados, porque, lamentablemente, hechos así han ocurrido en mi país, entre otros.
Un abrazo
Hola Mirna
Efectivamente. La barbarie no tiene nacionalidad ni razonamiento ninguno. Se produce por tiranía, por inhumanidad, por desencuentro… solo nos queda la esperanza de que de alguna manera aprendamos de ellos.
Muchísimas gracias por la visita y por tu comentario.
Un abrazo
Hola Matilde, un precioso relato que he disfrutado hasta la última coma, no solo por tu estilo, el tono, el ritmo, sino por el mensaje ¿ Qué habría pasado? …se habría salvado una vida inocente, que fue ajusticiada a manos de unos tiranos, y por supuesto, el colofón de ver a Julia, volviendo a España y nombrada presidenta del gobierno habría sido, el éxtasis y seguramente el primer gesto de este país, para de una vez por todas hacer justicia, con tantos inocentes represaliados por un régimen que por desgracia sigue contando con tantos defensores, algo que no deja de avergonzarme como ciudadano. Saludos un grandísimo abrazo, gran micro ¡¡¡
Hola Mik
Has resumido todo lo que quise plasmar en el texto. En definitiva no deja de ser un pequeño homenaje a las 13 rosas. Lo que pudo ser y no fue. Aunque el resto de su vida hubiera sido una sencilla costurera tenía derecho a una vida, la que hubiera elegido, o la que le hubieran dejado realizar, pero una vida no truncada a los 19 años por, en definitiva, pensar diferente.
Muchas gracias por tu atento comentario y por pasarte por aquí,
Un abrazo
Hola, Matilde. Has escrito un micro precioso y cuyo tema golpea nuestras conciencias, en el sentido de que nos recuerda que la barbarie truncó la vida de muchas personas valiosas como fueron las 13 rosas. Sentido homenaje el tuyo. Un abrazo.
Muchas gracias Beri y un placer tenerte por aquí.
Un abrazo
Hola, Matilde. Se me ha había quedado pendiente este micro y al leerlo me he encontrado una bonita ucronía sobre un triste suceso. En las guerras se van de las manos muchas cosas y las atrocidades son daños colaterales tolerados. Saludos
Hola JM
Bueno, muchas gracias por aparecer y, no te preocupes, es normal no estar en todas partes. Somos muchos compañeros en esta labor fascinante de la literatura y entiendo que es difícil comparecer en todos los escritos y con todos los colegas.
Agradezco el interés, por tanto. Esta ucronía fue un trabajo muy bonito de hacer. La verdad es que me dí el gustazo de mi propio homenaje a las 13 rosas.
Un abrazo
Se ha notado que te ha gustado y me ha parecido muy oportuna la temática, además con la documentación que aportas consigues que tu apuesta sea ganadora. Saludos