


Bajo una misma frecuencia
Has fecundado el desierto de mis fracasos con una ilusión aventurera que se desmelena cuando se despoja de sus heridas de guerra. Pero a veces mi marca me delata, he sido prisionera de una vida tan ingrata que no sabes si los puentes que tiendes me llevan a la luz que a mí me hace falta.

El eco del primer beso
Cómo olvidar mis manos de gelatina amarrando mi timidez a un confinamiento fugaz y retorciendo la inexperiencia en una cárcel de fresa que, ebria de frenesí, me espoleaba a ser valiente, a mirar el destino de frente, y llevarme mi trocito de eternidad.
