Soldadito de arena en papel de celofán
Quisiste enamorar al tiempo con tu sonrisa canela y dejarle un rastro secreto de miguitas de pan. Lo seducías con besos tiernos trenzados de mimos y en sus alas prestadas te dejaba volar…
Dame, luna, tus lágrimas de fuego
Las nubes hicieron pasillo, la luna voceaba en lo alto, su luz de mermelada buscó asilo en el agua, y al ver su reflejo tan hermoso, tan lejano, lloró lágrimas de fuego, pues siendo musa de tanto poeta se consumía en su atalaya devorada por su deseo.